Basado en el siguiente reto:
Una historia donde alguien recibe una propuesta de matrimonio.

ALMEH
El joven cruzó siete puentes, trepó a siete murallas y escaló las siete torres de la ciudad de Almeh. Fue en esta última donde encontró, por fin, a su soberana.
Se decía de esta peculiar reina que amaba tanto el saber que vivía enclaustrada con su biblioteca infinita. El joven pudo comprobar, para alimento de las leyendas, que hasta el trono se había fabricado a base de libros. «Al menos», pensó el joven, que no era otro que el heredero del reino lindante, «es hermosa».
-Has cruzado la ciudad entera de Almeh para venir a verme, ¿qué deseas? -le recibió ella.
-Unir nuestros reinos mediante nuestra unión.
No tuvo tiempo el infante de defender su causa; la joven reina le expulsó por «redundancia viciosa» y él se consoló pensando en la chifladura de ella: ¿acaso tenía culpa de que todo estuviese repetido siete veces?
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