Y esta va… ¡con cinco días de retraso! Pero aquí está 🙂
Basada en el reto: una historia sobre un objeto que nadie puede evitar robar.
ATRACCIÓN
La observas despacio. Nunca te cupo duda de que llevaba tu nombre impreso. Hay un magnetismo soterrado en cada una de sus líneas. Quizá, si te alejas, puedas escapar de su campo de atracción. Pero, en realidad, no deseas huir. Tus ojos vagan por el establecimiento, tu cuerpo compone una pose de disimulo. Nadie conoce tus pensamientos, tu más íntima obsesión. Alargas la mano, apenas unos centímetros y será tuya. ¿Quién lo sabrá? Solo tú y tu conciencia. El deseo parece que hace latir la vena de tu frente. Podrías jurar que oyes el burbujeo de la sangre en los oídos, notas las pulsaciones cada vez más aceleradas. El mundo es de los decididos, te repites. Con un gesto casi tan antiguo como el mundo vuelves a meter las manos en los bolsillos, pero esta vez no están vacías. Aun queda el paripé frente al mostrador, mientras pagas el resto de artículos. Pero ya saboreas tu hurto: la chocolatina de avellana crujiente, que te susurra desde su escondite placeres inigualables en el paladar.
Deja una respuesta