Reto: Una historia donde aparezca algún elemento de ciencia ficción.
Calvos, S.A.
El diagnóstico es unánime; después de visitar siete especialistas, coinciden en afirmar que tu pelo se mantendrá firmemente arraigado a tu cuero cabelludo. No conocerás la palabra alopecia, ni calvicie. Nadie podrá ver relumbrar tu cabeza pelada. Quizás algunas entradas, te dicen unos, palmeándote los hombros. Puede que se inicie un proceso de decalvación en algunas zonas, indican los más optimistas, para a continuación contener su entusiasmo y susurrarte: «ningún calvatrueno, por supuesto, eso no lo espere, tiene usted un pelo demasiado grueso y fuerte».
Sí, es terrible, coinciden todos cuando te desahogas acerca de tus expectativas de futuro. En efecto, piensas, ellos saben que no tienes cabida en la sociedad de mediados del siglo XXI, monopolizada por la empresa Calvos S.A. En un mundo donde el estrés y la ansiedad convierte en pelones a los niños de siete años, eres un paria.
Tienes treinta años y sigues con pelo. Estás harto de usar la rasuradora para ocultar «tu diferencia». Sabes que debes hacer algo tan límite como la muerte: mañana, sin falta, buscarás a los otros que son como tú y emprenderás la Resistencia.
Deja una respuesta