Recurso # 1. Transgresión de géneros. Una de las características del microrrelato es que es «proteico», a decir de Violeta Rojo, o sea, que salta las barreras genéricas tradicionales entre la narrativa, la poesía y a veces el ensayo.
Recurso # 2. Sorprender al lector con una lógica inesperada.
Recurso # 3. Realizar un cambio sorpresivo de contexto. A veces se crea una expectativa, tratando de despistar al lector.
Recurso # 4. Contrastar presente y pasado. Ayuda en este recurso hacer referencia a personajes conocidos.
Recurso # 5. Concretización de una metáfora o dicho popular.
Recurso # 6. Escamotear el significado de una frase hecha.
Recurso # 7. Utilizar un formato popular, no literario. Un formato moderno al que recurre el microrrelato con frecuencia es el anuncio clasificado.
Recurso # 8. Utilizar una lógica desviada. Puede llevar a una paradoja o al absurdo.
Recurso # 9. Hacer falsas atribuciones. Este recurso fue utilizado frecuentemente por Jorge Luis Borges, antes de que su superchería fuera descubierta. Marco Denevi tiene un grupo de minificciones muy sutiles atribuidas a Leopoldo Garnerius en Aphorismata (Róterdam, 1720). El título de su colección, Falsificaciones, nos avisa debidamente.
Recurso # 10. Hacer uso de la ironía. Este recurso consiste en decir lo contrario de lo que se quiere significar, lo que el lector deberá captar.
Recurso # 11. Desacralización de personajes conocidos. Hay algo de burla en esta intertextualidad.
Recurso # 12. Crear una perspectiva infrecuente o única. Este es uno de los recursos favoritos de los microrrelatistas. Su propósito parece ser hacernos ver el mundo desde otro ángulo.
Rocío, siempre traes entradas interesantes para los que nos gusta juntar letras. Intentaré poner alguno de estos recursos en práctica, aunque alguno ya he utilizado.
Un abrazo.
Muy bueno!!! me encanta la entrada.
¡¡Alais, Nelly, me alegro que os guste!! ^^