


Érase una vez una princesa, un mago y un dragón que vivían felices hasta que llegaron los tiempos modernos. La monarquía fue abolida y la ex-princesa se lanzó a las pasarelas y después a los barbitúricos. Los dragones se declararon especie protegida y les construyeron un Parque temático repleto de rebaños de ovejas. El mago consiguió tener un programa de TV y sus predicciones aumentaron el número de telespectadores de la cadena, hasta que un día se hartó de hablar de golpes de fortuna: ¿es que la gente todavía creía en los finales felices?
Me encanta como le das la vuelta al cuento. Ay, dragones, magos y princesas han envejecido mal, y es una lástima. Con lo que a mí me gustan.
Un beso.
Me alegra que te haya gustado, guapa. ¡A mí también me gustan los personajes de cuento de hadas!