Ella es Cáncer; yo, Capricornio. Demasiadas coincidencias con nuestro pasado. Ella nació en el año de la serpiente; yo, en el de la rata. Ninguno de esos signos nos inspiraba algo positivo. Decidimos que hoy sería el día cero del año cero de nuestro amor, y que las estrellas sólo serían meros testigos.

Escritora y asesora literaria. Autora de La posada de los vientos y otros relatos inquietantes. Ludoliterata por convicción.
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