1. Piensa en el tiempo del lector
El lector es un total desconocido para ti, pero piensa en él o ella de manera que, al terminar de leerte, no sienta que le has hecho perder el tiempo.
2. Piensa en la empatía del lector
Dale al lector al menos un personaje con el que él o ella se pueda identificar.
3. Dale una meta a cada personaje
Todo personaje debe querer algo, aunque sea solamente un vaso de agua.
4. Cuida cada frase
Todas las frases del texto deben cumplir al menos una de estas premisas (sino las dos): definir al un personaje o hacer avanzar la acción.
5. Ve al grano
Empieza a contar la historia tan cerca del final como sea posible.
6. Sé un sádico
No importa lo dulces e inocentes que sean tus protagonistas. Haz que les ocurran cosas horribles con el fin de que el lector pueda ver de qué están hechos en realidad.
7. No quieras complacer a todo el mundo
Escribe para complacer a una sola persona. Si abres una ventana y pretendes hacer el amor con todo el mundo, por decirlo de alguna forma, tu historia pillará una pulmonía.
8. Cuéntalo todo en cuanto puedas
Dale a tus lectores tanta información como sea posible tan pronto como sea posible. Al cuerno con el suspense. Los lectores deben tener el entendimiento completo de lo que está ocurriendo, dónde y por qué, de manera que terminen la historia por sí mismos, devorando como cucarachas hasta la última página.
Fuente: Literautas
Cosas de internet me traen por aquí y me quedo me gusta lo que leo.
Saludos e invitada quedas a montesinadas.
http://montesinadas.blogspot.com.es/
Y un mes después te contesto que encantada me quedo de tu visita y procuraré devolverla.
¡Un saludo!